En una nota anterior sosteníamos la hipótesis de que no era realista esperar que la sostenibilidad dependiera de un comportamiento solidario de las empresas. En un mundo con recursos finitos o escasos, donde ya ni el agua puede considerarse un “bien libre[1], es más realista esperar un comportamiento egoísta de los individuos que conducen las organizaciones y en este contexto es poco probable que estos, y por ende las empresas, tengan en cuenta en primer lugar los intereses de la sociedad o de otros individuos antes que los propios, salvo que su supervivencia esté en juego. En palabras de Adam Smith[2]

 

“No es la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero lo que nos procure el alimento, sino la consideración de su propio interés. No invocamos sus sentimientos humanitarios sino su egoísmo; ni le hablamos de nuestras necesidades sino de sus ventajas”.

 

Ahora, datos recientes parecieran comenzar a brindar información que soportan la hipótesis mencionada, por ejemplo, una reciente encuesta realizada entre más de 1.300 directores ejecutivos de todo el mundo[3], revela un reconocimiento pragmático de que los factores ambientales y sociales están vinculados al desempeño económico y financiero de sus compañías incorporando factores ASG en sus estrategias de crecimiento, considerándolas esenciales para competir en el mercado y asegurar el valor futuro de sus empresas.

 

Un aspecto muy positivo y destacable de dicha encuesta es el aumento desde 40 al 61% en la opinión de los CEOs de que el año 2030 alcanzarían el objetivo de cero emisiones netas en sus propias compañías[4].También es muy positivo que esta opinión refleje una comprensión más profunda de las eficiencias operativas, las oportunidades de innovación y los beneficios de mitigación de riesgos que conlleva la descarbonización y el reconocimiento de que invertir realmente en prácticas ASG puede conducir a una reducción de los costos operativos, una mejor reputación de la marca y un mejor acceso al capital.

 

Según otra encuesta internacional, entre más de 2100 ejecutivos de primer nivel de empresas[5], más del 80% de ellos reportaron que continuaron aumentando sus inversiones relacionadas con la sostenibilidad durante el año 2024, ya que los ejecutivos informan que ven beneficios tangibles de sus acciones de sostenibilidad, principalmente por el crecimiento de los ingresos y en menor medida la reducción de costos,

 

Esto significaría que la creciente presión de la demanda de la población mundial obliga a abandonar la concepción de que los buenos empresarios son solo los solidarios y comprender que una conducta ASG no solo es "bueno para el planeta", sino además "bueno para los negocios". No se trata de altruismo. Se trata de una visión realista de un mundo donde atender el cambio climático, la naturaleza y la biodiversidad, así como los desafíos sociales más amplios afectan directamente el desempeño financiero, la resiliencia organizacional y, en última instancia, el valor económico de las empresas.

 

En definitiva, parecería que los líderes empresariales están asumiendo un compromiso más profundo con la sostenibilidad como objetivo y a ESG como instrumento al reconocer que un clima cambiante, la escasez de recursos y la evolución de las expectativas sociales no son amenazas abstractas, sino fuerzas fundamentales que remodelan los mercados y los paisajes competitivos y la estrategia más exitosa parecería adecuarse a este nuevo escenario. 

[1]Los bienes libres son abundantes e ilimitados y no tienen precio ni valor de cambio.

[2] Adam Smith, Investigación sobre la Naturaleza y Causa de la Riqueza de las Naciones, 1776

[3]https://kpmg.com/fi/en/insights/business-transformation/kpmg-2025-global-ceo-outlook.htm

[4][4]aunque este porcentaje esconde una notoria disparidad, básicamente derivada de la creencia que predomina en cada país de que la causa del cambio del clima se debe a dichas emisiones. Por ejemplo, entre los ejecutivos españoles este porcentaje excede el 80%, mientras que en Australia apenas llega al 50%.

[5]https://www.deloitte.com/latam/es/issues/climate/c-suite-sustainability-report.htm