La inteligencia artificial está cambiando el modelo tradicional de la industria de seguros
A pesar de las predicciones apocalípticas sobre las consecuencias sobre los humanos y el impacto ambiental negativo, por el alto consumo de energía y agua de su uso, la Inteligencia Artificial va diseminándose y transformando la mayoría de las actividades económicas en la Tierra[1], entre las cuales está la industria del seguro donde la inteligencia artificial generativa (GenAI)[2] está transformando aspectos esenciales y alterando prioridades estratégicas de las principales aseguradoras internacionales.
Así, los ahorros en funciones centrales como la suscripción y la participación del cliente, el procesamiento de reclamos, etc. ya no deberían provenir de aumentos de productividad en los recursos tradicionalmente utilizados, sino en reinventar los flujos de trabajo operativos desde cero. Lo que antes requería múltiples pasos en múltiples departamentos separados ahora puede consolidarse en una sola operación con supervisión humana mínima, gracias a la GenIA.
El crecimiento potencial del mercado de seguros puede ser realmente importante en los países emergentes donde la “brecha de seguros”[3] en la población es muy amplia, por razones de distancia, costo y la falta de conciencia e incluso de idioma. Aquí, la IA permitiría diseñar contenido específico y entrega de productos a costo mínimo.
Otro área en la que GenAI está demostrando una fortaleza inesperada es en la predicción y valoración de riesgos difíciles de cuantificar. Tal como el caso de peligros relacionados con el clima o eventos catastróficos, los modelos de IA son cada vez más capaces de extraer señales de fuentes de datos no estructuradas, como patrones de migración de animales o indicadores ambientales sutiles, proporcionando a las aseguradoras sistemas de alerta más tempranos y precisos. Un caso similar radica en la detección de fraudes, IA es capaz de identificar patrones de comportamiento sistematizados y anomalías que permiten neutralizar pérdidas por este motivo.
No puede dejar de mencionarse lo que puede ocurrir en el área del diseño de productos, con formatos de seguros completamente nuevos, dinámicos, basados en el uso y altamente personalizados. Ejemplos de ello serían la cobertura en micro cultivos que se activa automáticamente durante las temporadas climáticas desfavorables, o el seguro de viajero que se activa en el momento en que el teléfono de un asegurado se registra en un país extranjero.
Lo descrito corresponde al lado del pasivo de las compañías, pero la misma capacidad se está aprovechando en el lado de los activos del balance. Las aseguradoras, en particular aquellas con pasivos de larga duración, como los proveedores de seguros de vida, están comenzando de utilizar herramientas de IA para tomar decisiones de inversión que “calcen” con sus obligaciones futuras.
En definitiva, parece difícil imaginar el límite de los beneficios que la IA puede brindar a la industria del seguro, pero resulta evidente que las compañías que más rápidamente tomen la decisión de incorporarla en sus diferentes procesos serán las que más posibilidades de ganar mercado y mejorar sus posibilidades de supervivencia tienen.
[1]A punto tal que se la caracteriza como el motor de la cuarta revolución industrial
[2] IA Tradicional: Se basa en reglas y algoritmos predeterminados para realizar tareas específicas,
IA Generativa: excede el mero análisis y clasificación de datos para producir información, pero con la capacidad de aprender y mejorar con el tiempo, demostrando capacidades creativas y de innovación.
[3]La "brecha aseguradora" o brecha de protección de seguros es la diferencia entre la cantidad de cobertura de seguros que es económicamente necesaria o beneficiosa para individuos y empresas, y la cantidad de cobertura que realmente tienen contratada.