MATERIALIDAD Y DOBLE MATERIALIDAD EN SOSTENIBILIDAD

Las organizaciones tienen una relación de ida y vuelta con el entorno ambiental y social en la que ellas se desenvuelven influyendo y siendo influidas por ese entorno. En el lenguaje de sostenibilidad medio ambiental y social esta interrelación mutua se llama “impacto” y la importancia relativa del mismo se denomina “materialidad”.

La realización de un reporte de sostenibilidad por parte de una organización para exhibir a “las partes interesadas” o stakeholders (inversionistas, accionistas, empleados, usuarios o clientes, sociedad en su conjunto, etc.) las actividades de la organización que pueden tener efectos socio ambientales, implica en primer lugar determinar los impactos que ella provoca en el entorno e inversamente como es impactada por ese entorno socio ambiental, y luego sopesar la intensidad o gravedad de dichos impactos para determinar su materialidad.

En el concepto de materialidad y más recientemente en el de “doble materialidad” se producen algunas diferencias entre los distintos estándares existentes para exhibir la sostenibilidad de las organizaciones.

En el caso de los ESRS (European Sustainability Reporting Estándar) se define el concepto de doble materialidad considerando que los reportes de sostenibilidad deben tener dos dimensiones: 

1. Materialidad del impacto: un tema es material cuando la actividad de la organización tiene un impacto real (actual o potencial, positivo o negativo) en las personas o en el ambiente. Para los impactos negativos existentes, la materialidad se basa en la severidad del impacto, mientras que para los impactos negativos potenciales se basa en la severidad y probabilidad del impacto. Los stakeholders interesados en estos asuntos son los ciudadanos, los consumidores, los empleados de la compañía, los socios de esta, las comunidades donde opera y, en general la sociedad civil. Es la perspectiva desde dentro (empresa) hacia afuera (el entorno).

2. Materialidad financiera: financieramente un tema es material para la organización cuando satisface los criterios definidos para la materialidad del impacto o para la materialidad financiera o para ambos. Es decir son aquellos asuntos que afectan al desarrollo, rendimiento y posición de la empresa, y están relacionados con las causas externas que pueden afectar a su valor. Los stakeholders más preocupados por estos asuntos son los inversores. Es la perspectiva de fuera (entorno) a adentro (la empresa).

La doble materialidad en el contexto de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF S1 y S2) se refiere solo al reconocimiento de la importancia de los impactos financieros de una empresa en su entorno y de los impactos del entorno en la empresa. Esto significa que doble materialidad implica no solo cómo las actividades de una organización afectan al entorno, como el medio ambiente y la sociedad, sino también cómo el entorno afecta a la empresa en sí misma pero siempre desde el punto de vista financiero.

Finalmente la doble materialidad en el contexto de los estándares GRI (Global Reporting Initiative), también de aplicación internacional, se establece de manera implícita y secundaria pues en primer lugar se refiere a la consideración de los impactos reales de una organización tanto en su entorno (externo) como en la sociedad y del entorno que afectan a la organización (interno). En otras palabras, implica la evaluación de los impactos económicos, ambientales y sociales de la organización, así como la forma en que la organización es afectada por estos mismos factores.

En este caso los impactos y los temas materiales determinados constituyen la base para la eventual elaboración de informes financieros y de creación de valor. Proporcionan datos esenciales para identificar oportunidades y riesgos financieros relacionados con los impactos de la organización y para realizar valoraciones financieras. Lo esencial es que la organización presente información sobre todos los temas materiales que haya determinado al utilizar los Estándares GRI. Estos temas materiales no pueden perder prioridad por no ser considerados de materialidad financiera por la organización.

En síntesis la doble materialidad en el sentido de considerar la interacción de la organización con el entorno y viceversa está presente en los tres enfoques de reporte , pero las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF S1 y S2) solo consideran las consecuencias financieras de esta interacción con el entorno, lo cual es lógico pues es información destinada a la toma de decisiones de los inversionistas, mientras que los ESRS le dan igual importancia al impacto real y financiero, y finalmente GRI prioriza la información sobre los impactos reales de la interacción de la organización con el entorno con independencia de su efecto financiero.